De Panamá a la frontera

Las ChicasK aman el frío tanto como la playa. Por eso, en un fin de semana largo decidimos hacer un recorrido a lo largo de nuestro querido Panamá. Salimos temprano de la ciudad capital y nos fuimos sin plan fijo aunque nuestro final sería Paso Canoas. Empacamos una muda de ropa de cada tipo (cómoda, abrigada, piyamas, etc.) y nos dispusimos a disfrutar de lo que nos encontráramos en el camino.

Como parada estratégica los panameños suelen pasar a Quesos Chela, Delicias Margot o Quesos Mili a comprar el tradicional chicheme, pero se llena tanto de comensales que en mi caso, con lo impaciente que son los niñas prefiero ir a una fonda (lugar donde sirven comidas o bebidas) que este vacía. Así escogen con calma lo que van a comer. Además siempre llevamos varias botellas de agua desde casa, frutas y comestibles para el camino.

Así que primera parada fue la playa de San Carlos. Quizás no es de las más lindas del Pacífico panameño pero me gusta porque hay árboles para aparcar el carro y cubrirse un poco del sol. Aun así no hay que olvidar ponerse protector solar. También hay personas de la comunidad que tienen construidos ranchitos con pencas que alquilan entre $3 y $5 dólares. Aquí podemos encontrar los botes de los pescadores del área y un rompeolas. Hay bastante piedras una vez entras al agua, pero como las ChicasK tienen con jugar con la arena no nos molesta.

Siempre cargo un galón de agua adicional para enjugarse la arena y el agua salada. Tome en cuenta que no hay servicios sanitarios. Por eso la visita aquí en relativamente rápida aunque ellas no se quieran ir.

De ahí nos fuimos hasta Aguadulce a comer en Oxxo Pollo a la Leña, primera vez que íbamos y nos encantó, la atención de los hermanos asiáticos fue muy buena. No solo asan pollo, también hay pescado y puerco y puedes escoger lo que se estén asando en el momento.

Como no teníamos plan de dónde quedarnos a dormir empecé a buscar en Airbnb y como era de ya para ya, lo más cerca que encontré y con piscina como querían las niñas, fue un cuarto dentro de la casa de la familia Chiari en Penonomé. Aunque tuvimos que regresar varios kilómetros valió la pena ya que descansamos y la atención fue espectacular. Esa misma noche busque algo también para quedarnos en tierras altas y encontramos un lugar espectacular en Cerro Punta que describiré en otro escrito.

A medio Panamá

Bien desayunadas partimos con calma, el sol fue nuestro mejor acompañante durante el viaje. Jugábamos veo-veo, cantábamos canciones y así llegamos súper rápido a David cabecera de la provincia de Chiriquí para almorzar. Teníamos tanta hambre que no recuerdo el nombre del lugar, solo que había un lavauto y había comida casera como también especialidad en mariscos y hamburguesas.

Con la barriga llena y el corazón contento nos dispusimos a nuestra travesía hacia el distrito de Tierras Altas. La entrada está en La Concepción, pasamos la entrada de Sortová, por la vía 43. Se llega al poblado de Volcán donde ya se siente un clima templado. Se toma a la derecha por la carretera 418 hacia Cerro Punta donde nos hospedaríamos.

Nos acomodamos y nos fuimos caminando hacia la comunidad de Guadalupe donde está el apogeo del turismo de Cerro Punta. A la orilla de la calle hay varios puestos de fresas con crema, restaurantes, plantas, flores, vegetales frescos, artesanías, en fin, vaya preparado si es comprador compulsivo.

A la mañana siguiente el desayuno al pie del Cerro Punta fue ideal para recargarse y seguir nuestro recorrido hasta la frontera de Panamá con Costa Rica. Fue un recorrido de aproximadamente hora y media, hasta llegar a Paso Canoas donde convergen negocios de ambos lados, mucha gente caminando y personas de varias nacionalidad pasando los controles de migración y aduanas.

Y así terminamos exhaustas, pero encantadas con lo vivido. Si quieren consejos o tienen preguntas de los viajes de las Chicas3K no duden en escribirnos.

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